domingo, 12 de diciembre de 2010

Enemigos de España


Pasó bastante inadvertido, entre caos aéreo (bueno, caos, caos… en realidad precisamente el espacio aéreo se encontraba digamos que bastante despejado…) y el runrún constante de fondo de la crisis, y aún así me llamaron mucho la atención las declaracions del señor Bono, eminente y reconocido nacionalista (español). En la recepción del día de la Constitución, señaló como “enemigos de España” a los independentistas (“separatistas”, acostumbran a llamarnos, quizá porque la independencia evoque luchas coloniales y un proceso más heroico, como si “separarse” fuese cosa más fácil).


Imagino que después del Rey y del Presidente del Gobierno, el Presidente del Parlamento español debe ser la tercera figura institucional de más importancia del país, motivo por el cual su afirmación (aunque se entienda en un contexto muy concreto y sin que las intenciones vayan a más) me resulta especialmente preocupante. Ser “separatista” es considerado, por uno de los cargos institucionales de mayor rango del país, ser enemigo de España. En fin, a los enemigos de un estado hasta hace no demasiado se los fusilaba sin más. ¿Soy un enemigo de España? ¿Seremos investigados por actividades contra el interés patrio todos los independentistas?


La anécdota no da más de sí y no ha seguido un hilo de contradeclaraciones ni más intenciones que la de hacer un discurso bonito bajo el paraguas inmaculado de la Constitución. Con todo, es muy significativo de parte de esa conciencia española, “conmigo o contra mí”, que ve amenazas y enemigos en todo aquel que no piense igual, lo cual por otro lado me parece lógico, pero… ¿enemigos? ¿Expresiones de este calado son para animar a ilegalizar los partidos democráticos y pacíficos que proponen la independencia de Catalunya? Ahora que el gobierno le coge el gustillo y le puede subir unas decimitas en las encuestas el manu militari exhibido últimamente, ¿también movilizarían al ejército en un supósito rupturista? ¿Son sólo ganas, soñar en voz alta? ¿No se ha ahondado en el tema porque hay otras prioridades mucho más evidentes actualmente? Crisis querida, qué bien nos vas…


Albert

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